RESPIRANDO DE FORMA CONSCIENTE
La respiración nos ayuda a regular el estado mental, las
emociones y la concentración. Es un proceso físico, mental y espiritual.
Si empezamos a respirar conscientemente por la nariz, llevando el aire hasta el final de los pulmones al mismo tiempo que baja el diafragma, y después exhalando de forma lenta y continua, es muy probable que el cuerpo empiece a hacerlo de manera natural.
Requiere algo de práctica, pero merece la pena.
El cerebro sigue a la respiración: si esta es rápida y
agitada, la mente se comportará igual. Pero si la respiración es consciente y
lenta, nuestra mente se relajará y conseguiremos más balance, más concentración
y, por lo tanto, mejores decisiones.
Al ser conscientes de nuestra propia respiración, apartamos
nuestra atención de los pensamientos y creamos espacio.
La atención tiene un poder increíble: aquello a lo que no
prestamos atención, no existe.
Respirar de forma consciente, prestándole atención, es una
forma de generar conciencia de la vida y de nuestra propia existencia.
Toma conciencia de tu respiración, siente cómo el aire entra
y sale de tu cuerpo. Cómo pecho y abdomen se expanden y contraen.
Realizar este ejercicio durante una, dos, tres o más
respiraciones, te dará una muestra de cómo puedes crear más espacio en tu vida.
Respiración Luminosa
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