Reiki es Energía Sanadora

Reiki no se contrapone a ninguna creencia religiosa o tratamiento médico, ya sea alópata, homeópata, psicológico o psiquiátrico. Por el contrario, la combinación de tratamiento médico con Reiki, promueve la asimilación de sustancias benéficas al organismo, acelerando la recuperación de la persona y, por otra parte, ayuda a la eliminación rápida de aquellas sustancias que pudiesen dañar el cuerpo.

Reiki es energía sanadora a todos los niveles en que nos desenvolvemos como seres humanos: físico, mental, emocional y espiritual.  Este método de sanación, se dice que proviene de tiempos remotos y en todas las culturas prevalece la intuición de la sanación física, mental y emocional con el acceso a la energía del Universo.

Los efectos de Reiki a nivel físico son inmediatos, otorgando relajación, y disminución o eliminación completa del dolor o afección física.  A nivel mental y emocional te ayuda a serenar tu mente calmando la maraña de pensamientos y emociones exaltadas, lo que te ayuda a pensar y analizar con claridad.

Como camino hacia la sanación total e iluminación, Reiki es la energía de la Fuente que te permite observar los patrones de conducta que están causando o pueden causar enfermedades, debido a los bloqueos, disminución o exaltación de energía en el cuerpo que es causada por las emociones y pensamientos en nuestro acontecer cotidiano. Conforme vas identificando esos patrones de conducta y los vas sanando, tu vibración y nivel de conciencia se expanden y comprendes y experimentas de distinta forma las situaciones que van sucediendo, manteniendo la serenidad y capacidad de aprendizaje de cada una. A nivel espiritual, la energía Reiki promueve la capacidad que tenemos todos los humanos para recordar quiénes somos verdaderamente y vivir en armonía con todo lo que nos rodea.

No se necesita que el practicante de Reiki o el paciente crean que la sanación energética funciona, de cualquier forma lo hace. Es necesario mencionar, sin embargo, que los efectos de una terapia de Reiki pueden variar de persona a persona, dependiendo del estilo de vida que se ha llevado, los patrones emocionales y mentales y las experiencias que la persona ha decidido vivir.